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sábado, 25 de julio de 2009

Camino del viento



Voy camino del aire y camino del viento,
llevo dolores largos de esos que aun yo tengo
y estoy con soledades que me turban el sueño,
e ilusiones que nunca dejarán el secreto
de anhelados abrazos, de abrazos y de besos !
Mis poemas hoy cruzan con fervor el sendero
y terminan alli, sin volver hechos fuego,
hasta que reboten... y eso es lo que temo.
Ahora, mientras pasan los minutos yo pienso:
le leo o no le leo este dolido verso ?
pero es tan transparente !... y es lo que yo siento !
porque no decirlo a la mujer que quiero ?
o ha de quedar escrito hasta que me lleve el viento...?


Federico L. M. de Luque
Buenos Aires, 9 de julio de 2002

Transferencia

El agua contenida, los árboles hambrientos,
la máscara flotando de toda la ciudad;
eso es lo que he sentido paseando por Palermo
mi triste, angustiosa, tremenda soledad.

El verde se derrama por sobre las personas,
por sobre el verde cruza un ave de cristal,
por sobre el agua verde se encienden las farolas
y sobre mis espaldas se duerme la ciudad...

Se esconde ya la tarde, la noche le reclama
que entregue, lentamente, el rol fundamental;
el verde se obscurece por sobre las personas
y ya, por sobre el verde, descansa la ciudad.

La noche de la vida ya turba mis entrañas,
por sobre mis fracasos se yergue sin piedad.
Mi meta más querida: vivir, vivir con ganas,
parece un atentado a la solemnidad...



Federico L. M. de Luque
Buenos Aires, 12 de septiembre de 1985

sábado, 18 de julio de 2009

Sueños



Hace unos años tuve unos sueños
de los que embriagan el alma,
ya ni recuerdo como fue aquello,
ni si fue aquí o en España,
en el medio de la mar
en esa noche estrellada,
o con mi mano en tu mano
esperando la mañana.
Ha pasado tanto tiempo,
tengo heridas tan clavadas
vagando entre los senderos
en busca de ansiada calma,
que no recuerdo esos sueños
que me embriagaban el alma…
o no los tuve, o los tengo
ya muertos, sin esperanza
de recobrarlos, sin tiempo
de ver si fue de verdad o fábula,
para intentar comprobar
si merecían mis lágrimas…!


Federico L. M. de Luque
Buenos Aires, 29 de noviembre de 1987

Derrumbe

Sobre una soledad siempre anunciada,
por su esposa, sus silencios, sus escritos
y quizas durante una madrugada...
se ha derrumbado Federico.

Cuidad de él, ahora que esta muerto,
pero sólo de su memoria, os digo:
encontraréis ayuda en el silencio...
y hurgando entre las hojas de sus libros.

Alli estarán dibujos de sus nietos,
alguno que otro poema muy querido,
las fotos que guardan el misterio...
y las ideas, de todo lo vivido.

Hubiera querido haber llegado,
caminando sin bastón hasta este sitio,
conocer a los hijos de sus nietos...
sin embriagarse en la copa del olvido.

Sin embargo se ha ido con ancestros
que portan mismo nombre y apellido.
Quizás no asumido, pero cierto
Su hondo temor por lo desconocido.

Una caida más, una de tantas,
de todas la veces que ha caido,
y abrumado por las circunstancias...
se ha derrumbado Federico.


Federico L.M. de LUQUE

Buenos Aires, 7 de junio de 2002

España


Fui con mis padres a verte, casi al cumplir veinte años,
diez y seis días navegando inflamaron la esperanza,
que acunaran mis abuelas con sus palabras, sus cantos,
la alegría, cada día por llegar, hizo infinita la distancia...
solo al cruzar Gibraltar... inolvidable madrugada,
en medio de grandes olas bordadas de espuma blanca,
flanqueando el Mediterráneo por la región del levante
a mis ojos extasiados, te me apareces... España !


Recordando aquellos días, vi la mirada de mi padre,
profunda y clavada en ti, por tanto tiempo extrañada !,
a babor de nuestro barco, del levante a Cataluña,
por tres días y sus noches la nave se deslizaba,
e imaginamos: Málaga, Almería, Cartagena, Alicante,
Valencia, Castellón, Barcelona y más allá la Costa Brava,
a estribor Islas Baleares... el azul del "mare nostrum"
y por encima, radiante, el cielo de toda España !


Tíos, primos y sobrina, cuarenta y tres años de espera,
alzaban alto las manos, con cariño saludaban,
todo ese tiempo de ausencias, de muertes, de guerras,
desaparecieron de pronto, se borraron las distancias,
y entre tantos abrazos, abrazos y muchas lágrimas,
se estrecharon a mis padres, a mi, a mi hermana...
tan lejanas emociones, a medio siglo transcurrido,
finalizando aquel año, pisamos tierra de España !


Entretanto escribo este poema de mis recuerdos
buscando para ello en mi memoria, bellas palabras,
las más hermosas que encuentro en mis sueños,
es mi deseo otra vez, ansiosamente, visitar España,
mirar los viejos castillos, los campos de olivares,
en caminos de Valencia el perfume de naranjas,
el río Guadalquivir, en Sevilla la torre de La Giralda...
museos, jardines y fuentes, en fin... toda España !


Sobretodas las razones, esta es mi razón primera:
ver y abrazar a mi hijo, que vive allá en España,
con su mujer, su trabajo, sus esperanzas...
- pero esta vez a solo once horas de distancia -
pues iré en pájaro de acero entre las estrellas
y mas allá del sonido de mis pobres palabras...
antes del final, que presumo en las vísperas
de mis nostalgias, de mi cuerpo, y de mi alma !


Talvez solo se trate de insospechables utopías,
pero nunca he sido hombre de ignorar alboradas
y sin embargo estoy algo viejo en estos días
a pesar de lo cual mi alma, abarrotada de palabras
se expresa hoy, como nunca en mi larga vida:
"que volver al amor" !... "que visitar otra vez España" !
(aquellas cosas que no pudieran ser... pues no serán...
pero nada ni nadie me quitara la felicidad de soñarlas)



Federico L.M. de Luque
12 de noviembre de 2008