Sobre una soledad siempre anunciada,
por su esposa, sus silencios, sus escritos
y quizas durante una madrugada...
se ha derrumbado Federico.
Cuidad de él, ahora que esta muerto,
pero sólo de su memoria, os digo:
encontraréis ayuda en el silencio...
y hurgando entre las hojas de sus libros.
Alli estarán dibujos de sus nietos,
alguno que otro poema muy querido,
las fotos que guardan el misterio...
y las ideas, de todo lo vivido.
Hubiera querido haber llegado,
caminando sin bastón hasta este sitio,
conocer a los hijos de sus nietos...
sin embriagarse en la copa del olvido.
Sin embargo se ha ido con ancestros
que portan mismo nombre y apellido.
Quizás no asumido, pero cierto
Su hondo temor por lo desconocido.
Una caida más, una de tantas,
de todas la veces que ha caido,
y abrumado por las circunstancias...
se ha derrumbado Federico.
Federico L.M. de LUQUE
Buenos Aires, 7 de junio de 2002
por su esposa, sus silencios, sus escritos
y quizas durante una madrugada...
se ha derrumbado Federico.
Cuidad de él, ahora que esta muerto,
pero sólo de su memoria, os digo:
encontraréis ayuda en el silencio...
y hurgando entre las hojas de sus libros.
Alli estarán dibujos de sus nietos,
alguno que otro poema muy querido,
las fotos que guardan el misterio...
y las ideas, de todo lo vivido.
Hubiera querido haber llegado,
caminando sin bastón hasta este sitio,
conocer a los hijos de sus nietos...
sin embriagarse en la copa del olvido.
Sin embargo se ha ido con ancestros
que portan mismo nombre y apellido.
Quizás no asumido, pero cierto
Su hondo temor por lo desconocido.
Una caida más, una de tantas,
de todas la veces que ha caido,
y abrumado por las circunstancias...
se ha derrumbado Federico.
Federico L.M. de LUQUE
Buenos Aires, 7 de junio de 2002
Hola Federico.
ResponderEliminar¿Qué tal esta? espero que este bien, al menos mejor que cuando escribió este hermoso y triste poema.
Gracias por el hermoso comentario que dejó en mi blog, es usted un maestro versando.
Le dejo mis respetos, mis saludos y mi cariño.