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lunes, 1 de enero de 2018

Cuando tu peines los cabellos plata



Cuando tú peines los cabellos plata
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Si cuando llegue el tiempo he de estar muerto
Y no pueda cantarte ya mis versos,
¿Podré yo dialogar contigo,  pienso,
En la eternidad mágica del tiempo…?
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Quizás si logro diseñar tú casa
Y tú me veas en paredes blancas
O desde el alfeizar de tus ventanas,
Hablaré contigo en las mañanas
Si presientes que estoy, desde tu cama,
En cada paso que tú des, descalza
En la cocina, tal vez la sala,
Pues los detalles de tu nueva casa
Me llevarán a tu memoria clara,
Cuando tú peines los cabellos plata
Renovaremos nuestras esperanzas
Del secreto amor, mujer amada,
Dialogaré contigo hasta el alba
Y hasta pudiera yo cuidar de ti,
Si habitara en los espacios de tu casa,
Ser compañía si estuvieses sola,
Cuando sales, cuando llegas o descansas…
Tal vez hasta enviarte mis poemas
Desde el fondo mágico del alma.
Cuando tú peines los cabellos plata
Seré el testigo de tu larga vida,
Te robaré un beso en las madrugadas
Llorar contigo cuando la tristeza
Brote de tus ojos esmeralda,
Estar presente en esos instantes
Cuando ensayes pasos de tu danza,
Cuando despidas a tus hijos grandes
En el momento que dejen la casa…
Ponerte flores siempre en esa mesa
Donde lees mis poemas y trabajas
Para que sientas mi presencia clara.
Para que veas mis manos en paredes,
En estantes donde guardas las toallas,
Para ayudarte a cerrar portones
Cuando retornes cansada, muy cansada…
Y también inventare la forma
De servirte el desayuno en la mañana,
o quedarme para siempre en tu estudio
En el alfeizar de tus ventanas,
En tu jardín de las flores infinitas,
En el recuerdo de tus esperanzas…
Quizás si logro diseñar tu casa
Será la forma de estar siempre contigo
Cuando de pronto  la vida se me vaya
Y si deseares conversar conmigo
Sólo acaricia tus paredes blancas,
Camina descalza en los pasillos
O arrúllame con pasos de tu danza
Que yo estaré detrás de los espejos,
Donde se luzcan tus cabellos plata
Se refleje tu sonrisa deliciosa
Y la hermosura de ojos esmeralda…
Quizás así la eternidad… será la magia
Que permita acompañarte desde el alma:
Cada instante, una larga caminata
Y cada inspiración una esperanza.
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Así mi promesa: “siempre te amaré”
No han de ser tan sólo tres palabras
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Federico L.M. de LUQUE
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