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viernes, 24 de julio de 2020

Soledades, tantas...


Soledades, tantas...


Cansado de soledades,
de mis soledades, tantas!,
el fin de los manantiales
fluidos, de mis palabras.

Sin florecer los rosales,
las rosas que no acompañan,
inspiraciónes banales
en mi pluma enquistada

Canciones inolvidables,
que escribo por la mañana,
pero borro por la tarde,
tal por cual, como si nada...!

En fin, que es el aquelarre,
de inspiración consumada
o mi olvido de las artes,
por mi mente obnubilada?

Cansado de soledades
de mis soledades tantas!,
el fin de los manantiales
fluidos en mis palabras.

Romántico insaciable
en busca de musas claras...
de mis primeras edades,
que tengo casi olvidadas...

Para poemas finales,
un broche de oro y plata,
que ofreceré a mis amables
lectoras, cada mañana..

Para rendir mi homenaje
a quien bebe mis palabras
y construyen el linaje
inmerecido del alma!!

Cansado de soledades,
de mis soledades, tantas!,
el fin de los manantiales
fluidos, de mis palabras...

Que delicia es el paisaje,
de pupilas empañadas
y lágrimas celestiales
que hasta mis labios bajaban...

Humedecieron el aire
de mi bella enamorada..
recuerdas aquella tarde?
que los besos deslumbraban?

Aquella Luna en levante,
enorme, iluminada?
cuando prometí amarte
desde el fondo de mi alma?

Cansado de soledades,
de mis soledades… tantas...!!



Federico L.M. de Luque
Derechos reservados ©




lunes, 20 de julio de 2020

Intersección



Intersección



Calma, la tarde agoniza
en la cala de los sueños,
el Sol se esconde despacio,
en horizontes serenos
y en las aguas de algún lago
se balancea un velero
al mando de un timonel
en soledad con el viento…


La brisa enciende el aire
con tornasoles reflejos
y se oyen, muy lejanos,
acordes de violoncelo…
Es la tarde que derrama
el verano, entre recuerdos,
entre ráfagas de aire,
que amainan tórrido enero…


Todas mis tardes un te
en un profundo silencio.
Entra de los cristales
aromas de los inciensos,
el perfume del clavel
de días felices, anhelos…
y de pronto aquél sonido
llama desde el teléfono…!!


Más que angustiado quejido
de mi hija, o de su espectro,
con voz trémula, me dice:
“Es mamá!!, se está muriendo…!!”
La abuela Ofelia se muere,
entra el puñal en mi pecho
y llorando la familia
desde el abuelo a los nietos…


Al otro día, muy cruel,
el Sol se escondió en el cielo:
Ofelia se fue con él,
el veinticuatro de enero…
(y nuestras almas también)
Sangrando están los recuerdos
y en la agonía del ser,
Un profundo desconsuelo…


Va a llevar años, lo sé,
Poder solventar el duelo…!!



Federico L.M. de LUQUE

Versos en soledad...



Versos en soledad


Este canto de pájaro,
Estas alas sin vuelo…
.
Estos párpados que transitan,
mi sueño en secreto…
.
Estas manos que aún llevan,
perfume de tu pecho….
.
Estos labios que extrañan el néctar,
que liberan tus besos…
.
A la luz de la Luna,
en la claridad del cielo…
.
Este largo deseo incumplido,
de bailar contigo en el viento…
.
De tenerte, desnuda en mis brazos,
rodeando tu cuerpo…
.
De mis ansias de Luz infinita,
en tus ojos perpetuos…
.
Intentar ser la boca
de tu vino, en silencio…
.
Un final sin principio,
De transcurso eterno…
.
Y el terror de morirme sin verte,
Reflejada en mi espejo…
.
Aislado que estoy
en razón a este virus siniestro...
.
Vulnerable que soy
por anciano, por hombre, por viejo...
.
Aunque el hondo terror
lo transito escribiendo mis versos...
.
Con una inspiración
que remite a mis dulces recuerdos...
.
Convirtiendo el dolor,
en abrazos lejanos, caricias y besos...
.
Es la soledad de hoy,
que no tengo domada de momento...
.
Agobiado a mi cama,
noche a noche me voy a por sueño...!
.
Pero en la madrugada,
me quedo o estoy con mis ojos abiertos...!
.
Llega el día y el Sol,
me sorprende el andar con pasos tan lentos...
.
Con el noble bastón,
que herede de mi padre hace tiempo...
.
Por la tarde en mi estudio,
me reciben mis libros y sus brazos abiertos...
.
Acaricio las hojas, releo
mi cuaderno de poemas inéditos…
.
La tristeza es profunda,
el camino impotente y certero…
.
El final es la muerte!
quizás no despierte de mi próximo sueño…!!


.
Federico L.M. de Luque