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domingo, 26 de febrero de 2012

El Frio que Ronda el Aire

 
Este año de 2012 se cumplirán sesenta años del viaje a España que realicé con mis padres y hermana menor en este Buque “Conte Biancamano”. La duración de aquel viaje fue de 16 días y durante el trayecto me enamoré de una niña de 16 años al cuarto día...
 
Aun no había yo cumplido los veinte años... El cielo en alta mar, claro y embriagado de estrellas y una luna gigante le daban a la bóveda celeste una luminosidad jamás vista por mi, ni antes ni después de aquellos días, en tal marco exuberante di mi primer beso de amor...

Los días restantes para llegar a Barcelona, que era nuestro destino, nos despedimos pues Rosita, que así se llamaba esa dulce niña, continuaba viaje a Italia con su madre, de donde eran oriundas...

Demás esta decirles que desde el puerto vi alejarse el buque con una fuerte y angustiosa opresión en el alma debido al presentimiento que esa era la última vez que la veía, y así fue, desde ese momento y durante la estadía en España prácticamente casi a diario nos escribíamos cartas y al volver a Buenos Aires ya estaban esperándome una docena de cartas desde Italia...!

Mi sentimiento se diluía. Comencé a estudiar en la Facultad de Arquitectura, volví a encontrarme con amigos que me invitaban a fiestas... claro, las cartas continuaban su trayecto de ida y vuelta, tenía el retrato de Rosita en mi mesa de estudio, con una de las innumerables fotos que me había enviado, escribía poemas a ella dedicados de naturaleza triste y casi trágica... en fin, no he de contar al menos en esta entrada todos los pormenores sufridos por ambos, sólo y si me lo permiten he de transcribir uno de esos poemas (el último) titulado:
“El frio que ronda el aire” 
 
 
Tu retrato esta frio,
quieto, inmóvil y muerto,
frio el vidrio en tu rostro,
muerto el aire en tu cuerpo,
ya mis labios ardientes
te susurran un beso
y del frio el contacto
estremece el silencio...
Me parece imposible
que hoy estemos tan lejos,
que tu voz no la escuche,
que haya el mar de por medio...
Necesito encontrarte
que me muero, muriendo
con el frio de nieve
que recorre mi cuerpo...
Necesito la esencia
que sin ti ya no encuentro,
necesito tus ojos
y tu amor, Oh! tormento...
pero el cuadro esta frio...
necesito tu cuerpo
de diademas y espuma,
necesito tu ensueño,
para amar a la vida
es preciso tu cielo,
tu fulgor, tu poesía...
que me muero, muriendo
cuando el frio del cuadro
se trasmite a mi beso
y mis labios ardientes
estremecen por eso.
Mis caminos se cruzan
con senderos de miedo !,
miedo al mar, a la noche,
a la luna y al viento...
Desde el alma repito
que te quiero, te quiero...!
aunque el frio del cuadro
hoy recorra mi cuerpo,
aunque ya no estés nunca
a mi lado, te quiero,
aunque ya sólo viva
de ilusión, de recuerdo
y me enclaustre en prisiones
de pasión, de silencios...
Hoy mis labios te nombran
y te dicen, diciendo:
que con frio en el alma
y con sombras de miedo,
aunque pasen los años
yo te sigo queriendo,
que no es traba la noche,
ni la luna, ni el viento,
para hacer que te adore,
suplicando un encuentro,
para hacer que si faltas
en mi vida, me muero...
Que se acorten los días,
que no exista ya el tiempo,
que yo vivo sin vida,
que me muero en silencio
y me mata querida,
lo ya inútil del sueño,
agobiándome el alma
la crueldad del tormento,
el frio que ronda el aire,
el aire que esta ya muerto...!
 
Federico L.M. de Luque

viernes, 17 de febrero de 2012

No te Lastimaría...


No te lastimaría,
ni con un pétalo de rosa
desprendido de la tuya preferida,

ni con la sombra de un eclipse
que flote en el cielo, algún día,
o con gotas palpitantes de rocío,
ni las letras de mi torpe poesía...
 
No te lastimaría,
porque tu me has dado tu dulzura
que me permite conservar la vida,

has sido el canto de pájaros silvestres
y de alondras persuasivas,
los suspiros que brotan en latidos,
de tu sangre y tu alegría...
 
No te lastimaría,
porque tu has creado el único cielo
mágico, que en mi ilusión cabía

y eres dueña de mi alma que te ama
hasta el infinito, amiga mía,
porque eres mi musa, mi luz
y tus miradas encienden mis pupilas...
 
No te lastimaría,
porque derramas en cascada
sobre el alma, tu mágica sonrisa...
 
Federico L.M. de Luque

 
 
 
 
 

martes, 7 de febrero de 2012

La magia de las noches mágicas

La Magia de las Noches Mágicas
 
Hoy, mis palabras riman con el alma,
donde esta latente siempre la esperanza
de tejer caricias en senos, espaldas,
en cabellos rubios y en sienes muy blancas,
en labios que esperan a la boca amada,
con lenguas que juegan muy entrelazadas...

Se muerden las bocas que se despedazan,
recorren el cuerpo las manos, las ansias,
se aceleran pulsos, la entrega es la fragua,
hasta que el abrazo tiembla en la garganta,
entonces el clímax estruja las almas,
subsume en la gloria, estallan las lágrimas...

Rocíos descienden por la piel amada,
se detiene el tiempo... la venturanza
provoca suspiros, silencia palabras,
se funden los cuerpos, la piel extasiada
derrama su gracia en sábanas blancas,
levantas el vuelo... agitas tus alas...!
Ahora descansas sobre almohadas claras...
 

 
Federico L.M. de Luque

jueves, 2 de febrero de 2012

Cuando Luzcas tus Cabellos Plata...

Cuando luzcas tus cabellos plata...



Si después de un tiempo he de estar muerto,
no podré cantarte ya mis versos… Pienso
¿ Como interpretar entonces el silencio,
en toda la eternidad del Universo…?
Quizás si logro diseñar tu casa,
para que me veas en tus paredes blancas,
desde el alfeizar de tus ventanas,
dialogare contigo en las mañanas,
cuando me presientas desde tu cama,
cuando camines distraída, descalza…!

Cada detalle de tu nueva casa
me llevará a tu memoria clara,
hasta que peines tus cabellos plata
renovando así las esperanzas
del secreto amor, mi niña amada
y permanecer contigo hasta el alba...
si hasta podría yo cuidar de ti,
si habitara los espacios de tu casa,
ser compañía si estuvieses sola,
cuando descanses y cuando salgas... 
Quizás hasta escribirte mis poemas
desde el fondo mágico del alma
ser testigo de una larga vida,
hasta que luzcas tus cabellos plata
y vuelen nietos por las escaleras,
robarte un beso en las madrugadas…
Estar presente en esos instantes
cuando ensayes pasos de tu danza,
llorar contigo cuando la tristeza
brote de tus ojos esmeralda...!

Cuando despidas a tus hijos grandes
en el momento que dejen la casa…
Pondré flores siempre en esa mesa
donde lees mis poemas y trabajas...
Me ocuparé entonces del diseño,
si fuera yo el que diseñe tu casa,
colocare mis manos de arquitecto
en cada rincón, cada ventana,
cada tono de los revestimientos,
para que sientas mi presencia clara...!

Para que veas mis manos en paredes
cuando retornes cansada, tan cansada…
- y también inventare la forma
de servirte el desayuno en tu cama -
Todo eso imagino si pudiese
diseñar las reformas de tu casa…
quedarme para siempre en tu estancia,
en el alfeizar de tus ventanas,
en el jardín de tus flores y fragancias,
en el centro de tus esperanzas…!

Voy a subyugarte como en mis poemas,
si me dejas intentar la magia
de crear allí mi permanencia,
tal como se encuentra ya en tu alma...
será la forma de estar siempre contigo,
cuando algún día la vida se me vaya
y cuando deseares conversar conmigo
sólo acaricia tus paredes blancas,
camina descalza en los pasillos,
arrúllame con pasos de tu danza...!

Y mírate de noche en los espejos,
donde se luzcan tus cabellos plata,
que refleje tu sonrisa deliciosa,
la hermosura de ojos esmeralda...
Quizás así la eternidad… será la magia
que permita acompañarte desde el alma,
cada instante, en caminatas largas
desde el alfeizar de las ventanas.
Tomaré tu mano, te daré la mía,
iremos juntos apurando el alba...!

Federico L.M. de Luque