Tenía mis arterias algo extenuadasy llegó tu sangre aquella mañanaa darles la vida que se disparaba:Por eso te quiero, amiga del alma,una razón más allá de mil palabrasy eres mi tesoro y mi esperanza...
Subí de tu mano escaleras largas,de tanta ternura brotaron tus lágrimas,con las de mis ojos fueron simultáneas:Por eso te quiero, amiga del alma,siempre estaré allí, frente a tu miradarecibiendo transparencias y bonanzas...
Eres como un ángel que, con la miradatodo me lo dices, casi sin palabras,porque ser amigos es como la magia:Por eso te quiero, amiga del almay te necesito, aún a la distancia,en mi transcurrir entre sombras largas...
Es un privilegio sobre mis nostalgias,saber que mi socia siempre me acompaña,más allá de las sonrisas y las lágrimas:Por eso te quiero, amiga del almay agradezco a Dios la venturanzaque seas mi amiga, Silvita, muchacha...
Federico L.M. de Luque
