La otra noche
La otra noche creí que me moría
un extraño temblor me dominaba,
fue tal vez no saber si habría otro
día
que pudiese gozar de la mirada
de tus ojos, de tus besos, de tu
savia,
que me dicen mucho más que las
palabras...
Pero el cielo no me esperaba, todavía
y alargo un tiempo más a mi esperanza
para que tome de tus manos, alegría
y tu cabello en mi hombro
derramaras...
quizás fue la muerte que,
arrepentida,
me dio un tiempo más de venturanza.
Entonces comprendí que sólo un día,
un día más, de recibir tus llamas,
del sabor de tus labios, tu sonrisa,
desde el fondo de tus ojos la mirada,
me hacen falta para que yo viva
y tiemble de amor en tu nostalgia...
Federico L.M. de Luque