Morir de Amor
Soñé contigo...
Se
oía el piano, había una rosa en el teclado,
Yo
con mis manos acariciando tu cuerpo amado,
Algunos
pétalos sobre tu pecho, desparramados,
Que
uno a uno y con mis labios los he tomado...!
Dios fue testigo...
De
esos sueños, múltiples sueños y de otros tantos,
Con
despertares amanecidos en sus quebrantos,
De
las tristezas enrojecidas por tanto llanto,
Que
de tus ojos y de los míos fueron llegando...!
Porque no ha sido...
Lo
que no ha sido (y nunca ha sido), en estos años?
Porque
poemas (y más poemas), ningún orgasmo?
Porque
encontrarte con diferencias de treinta años?
Que
hizo imposible lo ya imposible y otros quebrantos.-.!
Vendrán los siglos...
Porque
el amor que por ti siento se ira afirmando
Pese
al abismo, todo el abismo, que duele tanto,
De
esta etapa que ya termina y será mi tránsito
Hacia
esperanzas de otra etapa que está llegando...!
Tan cristalino...
En
otras vidas, de otro estío, más perfumado,
Valdrá
la pena, mujer del alma, haberte hallado,
Tal
vez la muerte tendrá sentido y enamorado,
He
de esperarte detrás del viento hasta encontrarnos..!
Estremecido...
Porque
los siglos serán instantes de un hasta cuando,
De
un hasta que, de un hasta donde y aun temblando,
Has
de ser mía, tan sólo mía y quedo pensando,
En
noches buenas y madrugadas del nuevo año…!!!
Federico
L.M. de Luque
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